MAMOGRAFIAS

Una mamografía es una radiografía de la mama (seno).

Las mamografías se usan para controlar si hay cáncer de mama cuando no hay signos ni síntomas de la enfermedad. Este tipo de mamografía se llama mamografía de detección. Para las mamografías de detección, se suelen tomar dos o más imágenes de rayos X de cada mama. Es común que estas imágenes permitan detectar los tumores que no es posible palpar. Con las mamografías de detección también se detectan microcalcificaciones (pequeños depósitos de calcio) que a veces indican que hay cáncer de mama.

Las mamografías también se usan para controlar si hay cáncer de mama después de que se encontró un bulto o hay otro signo o síntoma de la enfermedad. Este tipo de mamografía se llama mamografía de diagnóstico. Además de un bulto, otros signos de cáncer de mama son: dolor de mama, engrosamiento de la piel de la mama, secreción del pezón o un cambio en el tamaño o la forma de la mama. Pero estos signos también podrían ser señal de otros problemas que no son cáncer, que también se llaman benignos. Una mamografía de diagnóstico también sirve para evaluar cambios identificados durante una mamografía de detección o en casos especiales cuando es difícil de ver el tejido en una mamografía de detección, como cuando la persona tiene implantes de mama.

¿Qué diferencia hay entre las mamografías de detección y las de diagnóstico?

Se usan las mismas máquinas para ambos tipos de mamografías. La mamografía de diagnóstico dura más tiempo, y la dosis de radiación total es más alta porque hay que tomar más radiografías de distintos ángulos de la mama. Si la auxiliar técnica observa algo sospechoso, podrá tomar imágenes ampliadas para que el médico examine el área en detalle y el diagnóstico sea preciso.

¿Cuáles son los beneficios y posibles daños de las mamografías de detección?

Si se encuentra el cáncer de mama temprano en las mamografías de detección, es posible comenzar el tratamiento cuando empieza la enfermedad, quizás antes de que se disemine. En los estudios clínico aleatorizado y otros estudios se comprobó que el uso de las mamografías de detección disminuye las muertes por cáncer de mama en las mujeres de 40 a 74 años con riesgo promedio de cáncer de mama. Y en los mismos estudios, hay pruebas de que el beneficio es mayor para las mujeres de entre 50 y 69 años (1, 2). Pero hasta la fecha, no hay estudios que demuestren que las mamografías de detección periódicas beneficien a las mujeres menores de 40 años, ni a las mujeres que se hacen una mamografía de detección inicial antes de los 40 años (que sirven como punto de comparación).

Hay que evaluar los beneficios de la mamografía de detección junto con los posibles daños, que son los siguientes:

Resultados positivos falsos. Los resultados positivos falsos se dan cuando los radiólogos ven algo anormal en una mamografía, pero en realidad no hay cáncer. Todas las mamografías con resultado anormal se deben evaluar con otra prueba (mamografía de diagnóstico, ecografía o biopsia) para determinar si hay cáncer.

Obtener un resultado positivo falso en una mamografía causa ansiedad y otras formas de estrés psicológico. Las pruebas adicionales para descartar que es cáncer también podrían ser costosas, llevan tiempo y causan incomodidad física.

Los resultados positivos falsos son más comunes en las personas jóvenes, con mamas densas, que ya tuvieron biopsias de mama, con antecedentes familiares de cáncer de mama y que toman estrógeno (como cuando reciben terapia hormonal para la menopausia). La probabilidad de tener un resultado positivo falso aumenta con la cantidad de mamografías. En los Estados Unidos, más del 50 % de las mujeres que se hacen exámenes de detección anuales durante 10 años tendrán un resultado positivo falso, y muchas de ellas se harán una biopsia.

Sobrediagnóstico y sobretratamiento. Las mamografías de detección permiten encontrar cánceres y casos de carcinoma ductal in situ (DCIS). El DCIS es un tumor no invasivo (localizado) dentro del revestimiento de los conductos mamarios que tiene células anormales que se podrían volver cancerosas y por eso hay que tratarlo. Pero, también descubren casos de DCIS y cánceres pequeños que nunca causarían síntomas ni pondrían en peligro la vida de la persona. Esto se llama «sobrediagnóstico». Y el tratamiento de los cánceres y casos de DCIS sobrediagnosticados es innecesario. Esto se conoce como «sobretratamiento».

Como para los médicos no es fácil distinguir entre los cánceres y los casos de DCIS que necesitan tratamiento, todas las personas reciben tratamiento.

Resultados negativos falsos. En los exámenes de detección del cáncer, un resultado negativo significa que no hay anomalías. Un resultado es negativo falso ocurre cuando las mamografías se ven normales pero hay cáncer de mama. En general, con las mamografías de detección se pasan por alto casi el 20 % de los casos de cáncer de mama presentes en el momento de la mamografía. Los resultados negativos falsos en las mamografías demoran el tratamiento del cáncer y dan una falsa sensación de seguridad.

La alta densidad de la mama es una de las causas de los resultados negativos falsos. Las mamas tienen tejido adiposo (graso) y tejido denso (como el tejido fibroglandular, que consta de tejido glandular  y conjuntivo). En una mamografía, el tejido adiposo se ve oscuro; el tejido fibroglandular se ve blanco. Como la densidad del tejido fibroglandular y de los tumores es parecida, es más difícil detectar los tumores en las mamas densas.

Los negativos falsos son más comunes en las personas jóvenes que en las mayores porque es más probable que las jóvenes tengan mamas densas. Con los años, las mamas suelen tener más grasa, y es menos probable que las mamografías den resultados negativos falsos.

A veces, el cáncer de mama se disemina tan rápido que aparece a los pocos meses de una mamografía de detección que dio resultado normal (negativo). En esta situación, no se considera que el resultado fue negativo falso, porque el resultado negativo durante el examen de detección era correcto. Pero el resultado negativo ofrece una falsa sensación de seguridad. Algunos cánceres no detectados mediante las mamografías de detección se podrían detectar con exámenes clínicos de la mama, que son revisiones físicas de la mama que hace un profesional médico.

Descubrir el cáncer de mama temprano quizás no disminuya el riesgo de morir por la enfermedad. Aunque las mamografías permitan detectar tumores malignos (cancerosos) que no son palpables, no quiere decir que la persona no morirá de cáncer. Es posible que un cáncer de crecimiento rápido (muy maligno o agresivo) se haya diseminado a otras partes del cuerpo antes de que se detecte. Por otra parte, la persona con estos tumores podría vivir más tiempo aunque sepa que quizás tenga una enfermedad potencialmente mortal.

Además, detectar el cáncer de mama temprano quizás no prolongue la vida de alguien con otros problemas de salud por los que se podría morir.

Exposición a la radiación. Para las mamografías se usan dosis muy pequeñas de radiación. El riesgo de daños por esta exposición a la radiación es bajo, pero el uso repetido de radiografías aumenta el riesgo de cáncer. Aunque los posibles beneficios de la mamografía casi siempre superan los posibles daños por la exposición a la radiación, es importante conversar con el médico para saber si cada radiografía es necesaria. Además, las mujeres siempre deben avisar a quienes las atienden, incluso al auxiliar técnico que hace la mamografía, sobre cualquier posibilidad de embarazo, porque la radiación podría dañar al bebé.